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El cierre de escuelas ocasionó un mayor aislamiento social para los niños, afectando a su desarrollo. Las familias más desfavorecidas o en riesgo de pobreza son las más afectadas, ya que, aunque muchas escuelas proporciona  contenidos online para continuar con el aprendizaje, es necesario tener acceso a internet y dispositivos móviles adecuados para la enseñanza.[1]

El Informe UNICEF España- Impacto de la crisis por Covid-19 sobre los niños Y niñas más vulnerables[2] establece que las entidades de primera línea identifican la fase de confinamiento como una fase en la que la exposición a la violencia en el hogar aumentó mucho, unida al incremento de las barreras para que niños y niñas pudieran pedir ayuda, o que desde otros ámbitos la violencia fuera detectada. Algunas de sus recomendaciones para la acción son las siguientes:

  • Reforzar y difundir las líneas y recursos de ayuda a la infancia, de manera que se institucionalice un canal específico para los avisos sobre situaciones de violencia, para poder responder a las necesidades de protección de los niños y niñas, con atención especial a las situaciones que se hayan podido dar durante el confinamiento y la desescalada.
  • Establecer protocolos en los centros sanitarios, escolares, de ocio y tiempo libre para la detección y atención de los casos de negligencia, violencia física, psicológica y sexual que se hayan podido producir o agravar, así como de los problemas de salud mental que pueden estar sufriendo los niños y niñas; y capacitar a los profesionales responsables de la atención de los niños y niñas en esos espacios, estableciendo la figura del Coordinador de protección y bienestar infantil como figura clave y capacitada para identificar y canalizar estas situaciones.

El Dictamen de la Comisión para la reconstrucción social y económica del Congreso de los Diputados (julio 2020)[3] señala que el confinamiento, el cierre de escuelas y el estrés familiar en los hogares han sometido a segmentos de la infancia a situaciones en que su seguridad y bienestar pueden quedar comprometido. Especialmente virulentas son las consecuencias para los niños y niñas tutelados, refugiados y víctimas de abusos y violencia, para quienes esta crisis está multiplicando exponencialmente condiciones de sufrimiento y vulnerabilidad.

Entre las propuestas de resolución contempla la elaboración de un Plan integral para defender a las niñas contra la violencia, que tenga en cuenta la violencia específica que sufren las niñas por su edad y género.
El INFORME ANUAL TELÉFONO/CHAT ANAR EN TIEMPOS DE COVID-19 AÑO 2020 señala que durante el periodo de confinamiento la violencia contra niños/as y adolescentes no dejó de incrementar, alcanzando el pico máximo antes de la vuelta al cole (54,9%), estabilizándose posteriormente. Incrementa la violencia en el interior de los hogares:

  1. Maltrato físico: alcanza los mayores valores durante las primeras salidas (£ 51,1%).
  2. Maltrato psicológico: es mayor durante el confinamiento (£ 15,8%).
  3. Expulsiones del hogar: aumentan con las primeras salidas (£ 260,2%).
  4. Abandono: incrementa en la nueva normalidad (£ 28,8%), momento en que los adultos comienzan a retomar su actividad laboral presencial, sin que los niños/as y adolescentes hayan iniciado su vuelta al colegio presencial.

En cuanto a los problemas derivados de la tecnología: Durante el confinamiento, la vida social se traslada a internet, lo que da lugar a un aumento notorio en los casos de ciberacoso (£ 264,4%).[4]


NOTE: 

[1] Javier Cifuentes-Faura.  Consecuencias en los Niños del Cierre de Escuelas por Covid-19: El Papel del Gobierno, Profesores y Padres.  Revista Internacional de Educación para la Justicia Social, 2020, 9(3e).

[2] INFORME UNICEF ESPAÑA- IMPACTO DE LA CRISIS POR COVID-19 SOBRE LOS NIÑOS Y NIÑAS MÁS VULNERABLES (2020) pp.26,43.https://www.unicef.es/sites/unicef.es/files/comunicacion/COVID_infanciavulnerable_unicef.pdf

[3] Dictamen de la Comisión para la reconstrucción social y económica del Congreso de los Diputados (julio 2020). pp.89, 93.

[4] INFORME ANUAL TELÉFONO/CHAT ANAR EN TIEMPOS DE COVID-19 AÑO 2020. p.62

https://www.anar.org/wp-content/uploads/2021/12/Informe-ANAR-COVID_Definitivo.pdf

The closure of schools caused greater social isolation for children, affecting their development. The most disadvantaged families or those at risk of poverty are the most affected, since, although many schools provide online content to continue learning, it is necessary to have access to the internet and mobile devices suitable for teaching.[1]

The UNICEF Spain Report – Impact of the Covid-19 crisis on the most vulnerable children notes[2] that frontline agencies identify the confinement phase as one in which exposure to domestic violence has greatly increased, along with increased barriers for children to seek help, or for violence to be detected from other settings. Some of their recommendations for action are as follows:

 

  • Strengthen and disseminate child helplines and resources, to institutionalize a specific channel for alerting about situations of violence, in order to respond to the protection needs of children, with special attention to situations that may have occurred during and after lockdown.
  • Establish protocols in health, school and leisure centres for the detection and attention of cases of neglect, physical, psychological and sexual violence that have occurred or been aggravated, as well as mental health problems that children may be suffering; and train professionals responsible for the care of children in these spaces, establishing the figure of the Child Protection and Welfare Coordinator as a key figure qualified to identify and address these situations.

The Opinion of the Commission for the Social and Economic Reconstruction of the Congress of Deputies (July 2020)[3] points out that the lockdown, the closure of shelters, school closures and family stress at home have caused some children to suffer situations in which their safety and well-being may be compromised. Particularly serious are the consequences for foster children, refugees and victims of abuse and violence, for whom this crisis is exponentially multiplying the conditions of suffering and vulnerability.

Among the proposed resolutions is the elaboration of a comprehensive plan to defend girls against violence, which takes into account the specific violence suffered by girls due to their age and gender.

 

The Annual Report of the ANAR helpline (telephone/chat) in times of covid-19, year 2020 shows that during the lockdown, violence against children and adolescents continued to increase, reaching a maximum peak before returning to school (54.9%), stabilizing afterwards.

  1. Physical abuse: reaches its highest values during the first outings (51.1%).
  2. Psychological mistreatment: peaks during the period of confinement (15.8%).
  3. Expulsion of minors from their home: increases with the first departures (260.2%).
  4. Neglect: increases in the new normality (28.8%), when adults begin to resume their on-site work activity, without the children and adolescents having begun their return to on-site school.

Regarding problems derived from technology: During the lockdown, social life was transferred to the Internet, which causes a notorious increase in cases of cyberbullying (264.4%)[4].

 

NOTE:

[1] Javier Cifuentes-Faura.  Consecuencias en los Niños del Cierre de Escuelas por Covid-19: El Papel del Gobierno, Profesores y Padres.  Revista Internacional de Educación para la Justicia Social, 2020, 9(3e).

[2] INFORME UNICEF ESPAÑA- IMPACTO DE LA CRISIS POR COVID-19 SOBRE LOS NIÑOS Y NIÑAS MÁS VULNERABLES (2020) pp.26,43.https://www.unicef.es/sites/unicef.es/files/comunicacion/COVID_infanciavulnerable_unicef.pdf

[3] Dictamen de la Comisión para la reconstrucción social y económica del Congreso de los Diputados (julio 2020). pp.89, 93.

[4] INFORME ANUAL TELÉFONO/CHAT ANAR EN TIEMPOS DE COVID-19 AÑO 2020. p.62

https://www.anar.org/wp-content/uploads/2021/12/Informe-ANAR-COVID_Definitivo.pdf